Cultura Egipcia
Introducción
La
cultura egipcia; una cultura que ha sido una de las más sobresaliente desde
hace dos milenios, se lograron hazañas que para el hombre actual parece
imposible.
 Esta cultura geográficamente se
desarrolló hace más de 3000 años en un inmenso oasis que se extiende a lo largo
de 2000 kilómetros, situados en las  riberas del cauce medio y bajo del
río Nilo, en el noreste de África, rodeado en gran parte por el desierto
del Sahara. No tuvieron relaciones con otras civilizaciones antiguas, pero
influyeron mucho en ellas. La vida ultraterrenal es uno de los principales elementos
en cada una de las manifestaciones artísticas egipcias. Pero no sólo los
intereses culturales influyeron en el devenir artístico, el entorno también lo
condicionó: la abundancia de piedra y su cómodo traslado por el Nilo
facilitaron la construcción y la estatuaria.
La pirámide, la tumba del
faraón, es su construcción más representativa. Su forma apuntada, su enorme
tamaño y su gran elevación la hacían visible desde muy lejos, lo que le permitió
convertirse en símbolo del poder político y religioso de sus regentes.
 En su sociedad se dividían sus
clases sociales en nobleza (sacerdocio, militares, altos funcionarios) y clase
media (campesinos, artesanos, pastores y comerciantes), hubo una clase
especial, los escribas que determinaban la escritura y servían de enlace entre
lo religioso y lo civil. Había una clase social extra, la de los artesanos e
industriales constituidas por albañiles, pintores, artesanos y campesinos.
Otros condicionantes sociales fueron la esclavitud y la servidumbre. Los
prisioneros de guerra se convertían en esclavos, al igual que los ciudadanos
condenados por la comisión de un delito. Los campesinos (denominados
felláh)  servían en los templos de los
dioses, ayudaban en los trabajos de construcción, junto a los esclavos,
movilizados por los faraones.
En su sociedad se dividían sus
clases sociales en nobleza (sacerdocio, militares, altos funcionarios) y clase
media (campesinos, artesanos, pastores y comerciantes), hubo una clase
especial, los escribas que determinaban la escritura y servían de enlace entre
lo religioso y lo civil. Había una clase social extra, la de los artesanos e
industriales constituidas por albañiles, pintores, artesanos y campesinos.
Otros condicionantes sociales fueron la esclavitud y la servidumbre. Los
prisioneros de guerra se convertían en esclavos, al igual que los ciudadanos
condenados por la comisión de un delito. Los campesinos (denominados
felláh)  servían en los templos de los
dioses, ayudaban en los trabajos de construcción, junto a los esclavos,
movilizados por los faraones.
En la política contaban con un
gobierno teocrático cuya cabeza era el faraón, hijo de Ra, convertido así en un
verdadero dios viviente, en torno al cual giraba la mayor parte de la
producción artística. El faraón vestía larga túnica y casi siempre usaba tiara
y barba ritual, los hombres tela ceñida a las caderas que les tapaba hasta
medio muslo, las mujeres faldas con tirantes.
En el aspecto religioso eran politeístas, todo era adorado, los
astros, los animales, las plantas y los ríos. Una de las creencias religiosas
egipcias más determinantes para el desarrollo artístico fue la de la vida de
ultratumba. Para poder iniciar el viaje al “más allá”, se momificaba el propio
cuerpo y se elaboraba una estatua del mismo o doble del difunto. Cumplido el
rito, el difunto podía subir a la barca del Sol-Ra y, al ponerse el ocaso,
descender al mundo inferior. Creían que la Tierra era plana y el sol pasaba por
debajo —mundo de ultratumba— para volver a salir. El complicado ritual de
momificación, talla de estatuas y construcciones funerarias para albergar los
cuerpos estuvo reservado, al menos al principio, sólo a los faraones.
 Su economía estuvo basada en
la agricultura (trigo, vid, lino y legumbres) y la ganadería
(bueyes, cabras, ovejas y asnos, a través de hicsos, caballos). Su industria
más importante era la textil, pues el lino era el principal
tejido de la antigüedad,  la cerámica
notables por su colorido y su forma de papiro o loto, también destaco la
industria vidriera, aunque opaca, la metalúrgica pues en las tumbas se han
encontrado diversos objetos como peines, espejos, cucharas, anillos, armas,
brazaletes y frascos para perfumes y por último, la industria joyera aun
utilizada como inspiración en la actualidad. Los campesinos constituían la base
de su economía, esencialmente agraria. El Nilo era su principal vía de comunicación
y fuente de recursos, agrícolas y ganaderos.
Su economía estuvo basada en
la agricultura (trigo, vid, lino y legumbres) y la ganadería
(bueyes, cabras, ovejas y asnos, a través de hicsos, caballos). Su industria
más importante era la textil, pues el lino era el principal
tejido de la antigüedad,  la cerámica
notables por su colorido y su forma de papiro o loto, también destaco la
industria vidriera, aunque opaca, la metalúrgica pues en las tumbas se han
encontrado diversos objetos como peines, espejos, cucharas, anillos, armas,
brazaletes y frascos para perfumes y por último, la industria joyera aun
utilizada como inspiración en la actualidad. Los campesinos constituían la base
de su economía, esencialmente agraria. El Nilo era su principal vía de comunicación
y fuente de recursos, agrícolas y ganaderos.
Asimismo, el entorno físico
también condicionó el devenir artístico. La abundancia de piedra y su cómodo
traslado por el Nilo facilitaron la construcción y la estatuaria. Además, la
flora local aportó su impronta: las salas hipóstilas parecen estar inspiradas en
los bosques de palmeras u oasis, y las plantas de la región —loto, papiro— impusieron
sus modos decorativos en los capiteles de los templos.
En su arquitectura utilizaron
como material la piedra trabajada en forma de grandes sillares cortados
geométricamente gracias a los conocimientos matemáticos que poseían, también
usaron la madera y el adobe. Fue impresionante por su sencillez,
duración y las masas imponentes y cubicas. Los motivos decorativos fundamentales
fueron símbolos religiosos, escritura jeroglífica y escenas de la vida
cotidiana. Su sistema arquitectónico fue adintelado, lo que dio como resultado
una arquitectura de líneas rectas y formas angulosas. Escasas aberturas y
predominan los llenos sobre los vasos. Existieron dos clases: funerarios o
tumbas, y templos para el culto. 




 
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